Cómo inculcar el optimismo en los niños
La “psicología positiva” está de moda y también se aplica a la educación. Por ejemplo, enseñándonos cómo inculcar en los niños el optimismo, una saludable actitud.
Como el optimismo tiene que ver con el buen humor, no debemos perder ocasión de reírnos con nuestros hijos y de ver el lado divertido de las cosas. Reírnos con ellos y no de ellos, porque la burla menoscaba la autoestima y provoca vergüenza.
Pero jugar con ellos, hacerles cosquillas, disfrazarnos, hacer payasadas, guerras de cojines... son buenos modos de provocar el buen humor.
Hagamos que los momentos felices formen parte de la rutina familiar. Organicemos a menudo juegos" target="_self y reuniones familiares, celebremos los cumpleaños...
Demuéstrale que le quieres siempre que puedas
La base del optimismo de los niños está en que crezcan sintiéndose queridos. También importa hacer predominar en todo lo posible el elogio sobre el castigo y la corrección, aunque alguna vez estos puedan ser necesarios.
En estos primeros años de continuos aprendizajes hay que celebrar todos sus pequeños logros y avances. Si en algo fracasan podemos ofrecerles pequeñas ayudas, sin sustituirles, de modo que predomine un sentimiento de éxito.
A veces habrá que decirles que, si no pueden con algo, ya lo harán cuando sean un poco mayores, que cada día lo hacen mejor... Es el modo de que vayan generando sentimientos de autoeficacia y expectativas de éxito.
En cambio, si les decimos que lo hacen mal o que son torpes, estaremos sembrando la desconfianza en sus posibilidades, ya que el pesimismo es la inseguridad en poder conseguir objetivos, sueños o metas.