“Ladran los perros, señor. Señal de que cabalgamos, Sancho”. Se atribuye al Quijote. Ahora lo usa Santos. “Han ladrado, ladran y seguirán ladrando”, dijo. Claro, los perros somos quienes hemos hecho críticas al proceso de paz.
El Presidente sigue tirándoles con saña a sus contradictores. En cambio, no dice ni mu sobre “Timochenko” y las Farc, que han salido a desmentir casi todo lo que ha dicho el Gobierno sobre el acuerdo en materia de justicia y que, además, a través de Anncol, su agencia de publicidad, han decidido amenazar a empresarios y críticos del proceso de paz, con la mirada pasiva (¿cómplice?) del presidente y del Gobierno.
El doble estándar de Santos, durísimo con sus contradictores y como una seda con las Farc, es un pésimo mensaje...